Bienvenidos al futuro de los seguros, donde la Inteligencia Artificial (IA) está a punto de transformar el sector de una forma sin precedentes. Como se destaca en un artículo de McKinsey, la IA se ha convertido en una fuerza motriz que está reconfigurando diversos sectores, y el de los seguros se encuentra al borde de una ola transformadora. La pandemia del COVID-19 aceleró la digitalización de las empresas, obligando a las aseguradoras a adaptarse rápidamente al trabajo a distancia, reforzar las capacidades digitales y renovar los canales en línea. Aunque la adopción de la IA no fue el objetivo principal durante la pandemia, el mayor énfasis en las tecnologías digitales y la nueva capacidad de adaptación han preparado a las organizaciones para integrar la IA en sus marcos operativos.
La integración de la IA está estrechamente ligada a varias tendencias tecnológicas fundamentales que redefinirán el panorama de los seguros en la próxima década. En este artículo, profundizaremos en estas tendencias y exploraremos cómo revolucionarán el sector de los seguros.
Explosión de datos procedentes de dispositivos conectados
La proliferación de dispositivos de consumo conectados, desde coches y pulsómetros hasta electrodomésticos y equipos médicos, está a punto de explotar. Los expertos prevén que en 2025 habrá un billón de dispositivos conectados, lo que provocará una avalancha de datos. Esta afluencia de datos permitirá a las aseguradoras conocer mejor a sus clientes, lo que conducirá al desarrollo de categorías de productos innovadoras, modelos de tarificación personalizados y prestación de servicios en tiempo real. La capacidad de recopilar y analizar datos de estos dispositivos permitirá a las aseguradoras comprender y mitigar mejor los riesgos, lo que en última instancia beneficiará tanto a las aseguradoras como a los asegurados.
Mayor prevalencia de la robótica física
Los avances en robótica, incluida la impresión 3D y los dispositivos autónomos como drones y equipos agrícolas, reconfigurarán los procesos de fabricación y los productos de seguros. De aquí a 2025, se prevé que los edificios impresos en 3D se hayan generalizado, lo que obligará a reevaluar las evaluaciones de riesgos. La adopción generalizada de funciones autónomas en los vehículos de aquí a 2030 obligará a las aseguradoras a reconsiderar los grupos de riesgo y las expectativas de los clientes. Las aseguradoras tendrán que adaptar sus modelos de suscripción y tarificación para tener en cuenta estos avances tecnológicos y los riesgos asociados.
Código abierto y ecosistemas de datos
La abundancia de datos impulsará la aparición de protocolos de código abierto que faciliten el intercambio de datos entre sectores bajo marcos normativos y de ciberseguridad unificados. Esta colaboración permitirá una transmisión de datos sin fisuras entre las aseguradoras y los fabricantes de dispositivos de consumo, lo que mejorará la disponibilidad de datos a efectos de seguros. El acceso a datos completos será decisivo para mejorar la evaluación de riesgos, el compromiso de los clientes y el desarrollo de productos en el sector de los seguros.
Avances en tecnologías cognitivas
Las tecnologías de aprendizaje profundo, como las redes neuronales convolucionales, irán más allá del tratamiento de imágenes y textos para gestionar flujos de datos complejos generados por productos de seguros «activos». Estas tecnologías cognitivas, inspiradas en los mecanismos de aprendizaje del cerebro, permitirán la adaptación en tiempo real a riesgos o comportamientos cambiantes. Esto dará lugar a nuevas categorías de productos y estrategias de compromiso, lo que permitirá a las aseguradoras ofrecer servicios más personalizados y con mayor capacidad de respuesta a los asegurados.
El potencial transformador de la IA y las tecnologías asociadas revolucionará los seguros en los ámbitos de la distribución, la suscripción, la tarificación y la tramitación de siniestros. La emisión de pólizas en tiempo real, los seguros basados en el uso y los elementos de microcobertura personalizados remodelarán el panorama de la distribución del sector. La suscripción y la tarificación se automatizarán cada vez más gracias a modelos basados en IA que utilizarán numerosas fuentes de datos internas y externas. La tramitación de siniestros experimentará un cambio de paradigma, con la automatización de una parte significativa de las actividades, con el apoyo de sensores IoT que identifican preventivamente los riesgos y desencadenan intervenciones.
Iniciativas estratégicas para el éxito
Para navegar con éxito en este panorama cambiante, las aseguradoras deben emprender iniciativas estratégicas:
- Comprender las tecnologías relacionadas con la IA: Los ejecutivos de alto nivel y los equipos de experiencia del cliente deben profundizar en su conocimiento de las tecnologías de IA, explorando la participación del ecosistema a gran escala en lugar de proyectos piloto aislados.
- Planificación estratégica y ejecución: Desarrollar un plan estratégico integral que alinee la tecnología con la estrategia empresarial y adopte la innovación a través de asociaciones o iniciativas internas.
- Elaborar una estrategia de datos: Dar prioridad a la adquisición, estructuración e integración de datos internos y externos para aprovechar plenamente el potencial de la IA.
- Talento e infraestructura tecnológica: Invierta en el desarrollo de una mano de obra dotada de las competencias adecuadas y fomente una cultura que adopte los avances tecnológicos.
Las aseguradoras que vean la IA como una oportunidad y no como una amenaza prosperarán en este panorama cambiante. Al aprovechar estos cambios tecnológicos, las aseguradoras pueden crear productos innovadores, agilizar los procesos, personalizar los servicios y superar las expectativas de los clientes. A medida que el sector se prepara para este cambio sísmico, la adopción de la innovación impulsada por la IA no sólo dará forma a su trayectoria, sino que también redefinirá la esencia misma de los seguros en los próximos años. El futuro de los seguros ya está aquí, y está impulsado por el poder transformador de la IA y las tecnologías emergentes.
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